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Rosarios

El Santo Rosario de hoy

Descubre la esencia y la actualidad del Santo Rosario en nuestra vida diaria. En este artículo, te invitamos a sumergirte en la práctica del Santo Rosario de hoy, una tradición que ha guiado y fortalecido la fe de millones a lo largo de los siglos. Aquí encontrarás una guía detallada para rezar el rosario, comprendiendo su significado y cómo puede influir positivamente en tu vida espiritual. Desde los misterios que contemplamos hasta las oraciones que recitamos, cada elemento del Santo Rosario de hoy es una oportunidad para conectar más profundamente con nuestra fe y encontrar paz en el ajetreo del mundo moderno.

el santo rosario de hoy

El Santo Rosario de hoy

Rezar el Santo Rosario de hoy es una poderosa herramienta de oración y meditación para los católicos de todo el mundo. Esta práctica, que se remonta al siglo XIII, consiste en meditar sobre los misterios de la vida de Jesús y de la Virgen María mientras se recita una serie de oraciones. El rosario es una forma sencilla pero profunda de conectarnos con Dios y de profundizar en nuestra fe.

Hoy en día, el rezo del rosario sigue siendo una práctica popular en la Iglesia Católica, y muchas personas lo encuentran especialmente reconfortante en tiempos de incertidumbre o dificultad. Al recitar las oraciones del rosario y meditar sobre los misterios, podemos encontrar consuelo, esperanza y fortaleza en la presencia amorosa de Dios.

El Santo Rosario de hoy sigue siendo una parte importante de la devoción católica, y es una práctica que puede ayudarnos a crecer en nuestra fe y a profundizar en nuestra relación con Dios y con la Virgen María. Ya sea que estemos buscando paz interior, fortaleza para enfrentar los desafíos de la vida o simplemente un momento de conexión con lo divino, el rosario puede ser una herramienta poderosa para ayudarnos a alcanzar esos objetivos.

Acto de contrición.

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador Padre y Redentor mío. Por ser Tú quién eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido. También me pesa que puedes castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Señor, ábreme los labios.
Y mi boca proclamará tu alabanza.

Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Recemos el Santo Rosario de Hoy

Misterios Gozosos

La encarnación del Hijo de Dios.

María dijo al ángel. Cómo será eso? Pues no conozco varón. El ángel le contestó. El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su manto, Por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ofrecemos este misterio por todas las madres, especialmente por las que están tentadas al aborto.

La visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel

Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.

El nacimiento del Hijo de Dios

Cuando los ángeles los dejaron, los pastores se decían unos a otros Vamos derechos a Belén a ver eso que ha pasado y que nos ha comunicado el Señor. Fueron corriendo y encontraron a María y a José y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, les contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Ofrecemos este misterio por los niños, especialmente los recién nacidos.

La presentación de Jesús en el templo

Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo. Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador. Su padre y su madre estaban admirados de las cosas que se decían de él. Ofrecemos este misterio por los ancianos, para que como Simeón, nunca pierdan la esperanza.

El Niño Jesús perdido y hallado en el templo

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre, y cuando terminó, se volvieron. Pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo supieran sus padres.

Misterios Dolorosos

La oración de Jesús en el Huerto.

Él se separó de ellos, alejándose como a un tiro de piedra, y arrodillado oraba diciendo, Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz, Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya, Y se le apareció un ángel del cielo que lo animaba. Ofrecemos este misterio por los enfermos y cuantos se sienten tristes y abatidos.

La flagelación del Señor.

Pilato volvió a salir donde los judíos y les dijo, Yo no encuentro ningún delito en él, Queréis pues que os ponga en libertad al Rey de los judíos? Ellos volvieron a gritar diciendo, a ese no a Barrabás. Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarlo. Ofrecemos este misterio por los cristianos perseguidos a causa de su fe.

Jesús es flajelado y coronado con espinas.

Los soldados trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña, y doblando la rodilla delante de él le hacían burla diciendo, Salve Rey de los judíos!, Y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza. Ofrecemos este misterio por los pobres y marginados de nuestra sociedad.

Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario.

Cuando se hubieron burlado de Él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarlo, Y Él, cargando con la cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario, y le obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, a que llevara su cruz. Ofrecemos este misterio por los enfermos graves y agonizantes.

La crucifixión y muerte de nuestro Señor.

Era ya eso de mediodía, Y vinieron las tinieblas sobre toda la región hasta la media tarde, porque se oscureció el sol, el velo del templo se rasgó por medio, Y Jesús, clamando con voz potente dijo, Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu, Y dicho esto, expiró. Ofrecemos este misterio por nuestros difuntos y todas las almas del Purgatorio.

Misterios Luminosos

El bautismo de Jesús en el Jordán

Apenas se bautizó Jesús, salió del agua, se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaron sobre él. Y vino una voz del cielo que decía, Este es mi Hijo, el Amado, mi predilecto. Ofrecemos este misterio por todos los que se incorporan a la fe, por los catecúmenos y cuantos están en camino de encontrar a Jesucristo.

La auto revelación de Jesús en las bodas de Canán

Faltó el vino y la Madre de Jesús le dijo, No les queda vino, La Madre de Jesús dijo a los sirvientes, Haced lo que Él diga, Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él. Ofrecemos este misterio por los novios, esposos y padres de familia, para que en sus hogares reine la felicidad que da Jesucristo.

El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios, Decía, Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed la Buena Noticia. Enfrentemos este misterio por la conversión de los que por no conocer el amor de Dios, viven apartados de el

La Transfiguración

Mientras estaba hablando, vino una nube y los cubrió, y se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía, Éste es mi hijo, el escogido, Escuchadle, Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo, Ellos guardaron silencio y por el momento no contaron a nadie nada de lo que habían visto, Ofrecemos este misterio por las religiosas y religiosos contemplativos, por el aumento de vocaciones y para que sublime y radie la luz del Señor.

La institución de la Eucaristía

Mientras estaban cenando, Jesús tomó pan y dadas las gracias, lo partió, y se lo dio diciendo Esto, es mi cuerpo que es entregado por vosotros, Haced esto en memoria mía. Tomó luego una copa y dadas las gracias, se la dio diciendo, Beber de ella todos, Porque esta es mi sangre de la alianza que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. Ofrecemos este misterio por los sacerdotes a quienes Jesús encomendó celebrar la Eucaristía.

Misterios Gloriosos

la resurrección del Hijo de Dios

¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?, ¡No está aquí, Ha resucitado!, Acordaos de lo que os dijo estando todavía en Galilea, el Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de pecadores, ser crucificado y al tercer día resucitar

la ascensión del Señor a los cielos.

Después los sacó hacia Betania, y levantando las manos, los bendijo, Y mientras los bendecía, se separó de ellos, subiendo hacia el cielo. Ellos se postraron ante él, y se volvieron a Jerusalén con gran alegría, y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios. Ofrecemos este misterio para que los hombres reconozcan a Cristo como el Señor. Que haya paz y justicia en el mundo.

La venida del Espíritu Santo

Sobre los apóstoles vieron aparecer unas lenguas como llamaradas que se repartían posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu les sugería. Ofrecemos este misterio por la unidad de la Iglesia y de todos los cristianos.

La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos

Escucha, hija, mira, inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa paterna. Prendado está el rey de tu belleza. Póstrate ante él, que él es su Señor. Quiero hacer memorable tu nombre por generaciones y generaciones, y los pueblos te alabarán por los siglos de los siglos. Ofrecemos este misterio por las religiosas y mujeres consagradas.

La coronación de la Santísima Virgen como Reina de cielos y tierra

Apareció una figura portentosa en el cielo y una mujer vestida de sol y la luna por pedestal, coronada con doce estrellas.

Padrenuestro.

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Avemaría.

  • Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
    Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
  • Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
    Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
  • Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
    Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
  • Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
    Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
  • Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
    Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
  • Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
    Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
  • Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
    Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
  • Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
    Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
  • Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
    Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
  • Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
    Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

María, Madre de gracia.

María, Madre de gracia, Madre de misericordia.
Defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Oh, Jesús Mío.

Oh Jesús mío, perdónanos. Líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas.

Letanías de la Santísima Virgen.

  • Señor, ten piedad.
  • Cristo, ten piedad.
  • Señor, ten piedad.
  • Cristo, óyenos,
  • Cristo, escúchanos.
  • Dios Padre celestial.
  • Ten misericordia de nosotros.
  • Dios Hijo, Redentor del mundo.
  • Ten misericordia de nosotros.
  • Dios Espíritu Santo.
  • Ten misericordia de nosotros.
  • Trinidad Santa, un solo Dios.
  • Santa María,
    • Ruega por nosotros
  • Santa Madre de Dios,
    • Ruega por nosotros
  • Santa Virgen de las Vírgenes,
    • Ruega por nosotros,
  • Madre de Cristo,
    • Ruega por nosotros,
  • Madre de la Iglesia,
    • Ruega por nosotros,
  • Madre de la Misericordia
    • Ruega por nosotros,
  • Madre de la divina gracia,
    • Ruega por nosotros,
  • Madre de la Esperanza
    • Ruega por nosotros,
  • Madre purísima,
    • Ruega por nosotros,
  • Madre castísima,
    • Ruega por nosotros,
  • Madre siempre virgen,
    • Ruega por nosotros,
  • Madre inmaculada,
    • Ruega por nosotros,
  • Madre amable,
    • Ruega por nosotros,
  • Madre admirable,
    • Ruega por nosotros,
  • Madre del buen consejo,
    • Ruega por nosotros,
  • Madre del Creador,
    • Ruega por nosotros,
  • Madre del Salvador,
    • Ruega por nosotros,
  • Virgen prudentísima,
    • Ruega por nosotros,
  • Virgen digna de veneración,
    • Ruega por nosotros,
  • Virgen digna de alabanza,
    • Ruega por nosotros,
  • Virgen poderosa,
    • Ruega por nosotros,
  • Virgen clemente,
    • Ruega por nosotros,
  • Virgen fiel,
    • Ruega por nosotros,
  • Espejo de justicia,
    • Ruega por nosotros,
  • Trono de la sabiduría,
    • Ruega por nosotros,
  • Causa de nuestra alegría,
    • Ruega por nosotros,
  • Vaso espiritual
    • Ruega por nosotros,
  • Vaso digno de honor,
    • Ruega por nosotros,
  • Vaso insigne de devoción,
    • Ruega por nosotros,
  • Rosa mística,
    • Ruega por nosotros,
  • Torre de David,
    • Ruega por nosotros,
  • Torre de marfil,
    • Ruega por nosotros,
  • Casa de oro,
    • Ruega por nosotros,
  • Arca de la Alianza,
    • Ruega por nosotros,
  • Puerta del cielo,
    • Ruega por nosotros,
  • Estrella de la mañana,
    • Ruega por nosotros,
  • Salud de los enfermos,
    • Ruega por nosotros,
  • Refugio de los pecadores,
    • Ruega por nosotros,
  • Consuelo de los migrantes
    • Ruega por nosotros,
  • Consoladora de los afligidos,
    • Ruega por nosotros,
  • Auxilio de los cristianos,
    • Ruega por nosotros,
  • Reina de los Ángeles,
    • Ruega por nosotros,
  • Reina de los Patriarcas,
    • Ruega por nosotros,
  • Reina de los Profetas,
    • Ruega por nosotros,
  • Reina de los Apóstoles,
    • Ruega por nosotros,
  • Reina de los Mártires,
    • Ruega por nosotros,
  • Reina de los Confesores,
    • Ruega por nosotros,
  • Reina de las Vírgenes,
    • }Ruega por nosotros,
  • Reina de todos los Santos,
    • Ruega por nosotros,
  • Reina concebida sin pecado original,
    • Ruega por nosotros,
  • Reina asunta a los Cielos,
    • Ruega por nosotros,
  • Reina del Santo Rosario,
    • Ruega por nosotros,
  • Reina de la familia,
    • Ruega por nosotros,
  • Reina de la paz.
    • Ruega por nosotros,

Cordero de Dios.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Ten piedad de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oración.

Te pedimos, Señor, nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de perpetua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, seamos librados de las tristezas presentes y gocemos de la eterna alegría. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Por las intenciones del Santo Padre.

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Avemaría.

Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Una Salve a la Virgen.

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Jaculatoria final.

Ave María Purísima.
Sin pecado concebida.

Así terminamos el Santo Rosario de Hoy

Conclusión

En conclusión, el Santo Rosario de hoy sigue siendo una práctica espiritual significativa en la Iglesia Católica. A través de la meditación en los misterios de la vida de Jesús y de la Virgen María, podemos profundizar en nuestra fe y encontrar consuelo en tiempos de necesidad. Además, el rezo del rosario nos ayuda a conectarnos con otros creyentes y a unirnos en oración por las necesidades de nuestras comunidades y del mundo.

Es importante destacar que, aunque el rezo del rosario tiene una larga historia, sigue siendo relevante y significativo para los católicos de hoy en día. Incluso en la era digital, el Santo Rosario se mantiene como una forma tangible de conectarse con nuestra fe y de encontrar paz en medio del ajetreo de la vida cotidiana.

En resumen, el Santo Rosario de hoy es una poderosa herramienta espiritual para los católicos. A través de la meditación en los misterios y de la oración repetitiva, podemos encontrar consuelo, paz y conexión con Dios. Te animamos a que experimentes con el rezo del rosario y descubras cómo puede enriquecer tu vida espiritual. Reza el Santo Rosario de hoy y descubre su significado profundo y su poder transformador en tu vida.

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